Seis meses después, la Unión Europea (UE) finalmente aprobó la adquisición por 2.100 millones de dólares de Google del fabricante de dispositivos portátiles Fitbit.
“Podemos aprobar la adquisición propuesta de Fitbit por parte de Google porque los compromisos garantizarán que el mercado de dispositivos portátiles y el incipiente espacio de salud digital permanecerán abiertos y competitivos”, dijo la comisionada de competencia de la Comisión Europea (CE), Margrethe Vestager. “Los compromisos determinarán cómo Google puede utilizar los datos recopilados con fines publicitarios, cómo se protegerá la interoperabilidad entre dispositivos portátiles de la competencia y Android y cómo los usuarios pueden seguir compartiendo datos de salud y estado físico, si así lo desean”.
La aprobación de la UE sigue a lo que la CE dice que fue una investigación en profundidad de la transacción que se centró en cómo Google usaría los datos recopilados por los dispositivos portátiles de Fitbit. A la Comisión le preocupaba que Google utilizara los datos de usuario recopilados para orientar la publicidad, restringir el acceso a esos datos por parte de la competencia y crear ventajas específicas en Android que harían que los dispositivos Fitbit funcionaran mejor con la plataforma móvil de Google.
Para abordar esas preocupaciones, Google acordó varios compromisos durante un período de 10 años. Por ejemplo, no utilizará los datos de salud y bienestar recopilados de dispositivos portátiles para orientar la publicidad en el Espacio Económico Europeo (EEE) y aislará los datos de Fitbit de cualquier otro dato que Google utilice para publicidad. Y permitirá a los usuarios acceder y exportar sus datos de salud y estado físico a través de una API web gratuita de Fitbit que está sujeta al consentimiento del usuario. Y no perjudicará a los dispositivos de la competencia en Android.
“Creemos que este acuerdo estimulará la innovación en dispositivos portátiles y nos permitirá crear productos que ayuden a las personas a llevar una vida más saludable”, señala un comunicado de Google. “Los reguladores querían observar de cerca esta transacción y hemos trabajado de manera constructiva con ellos para resolver sus inquietudes, incluido el conjunto de compromisos legalmente vinculantes”.